Silencio y paz.
Fue llevada al país de la vida. ¿Para qué hacernos preguntas? Su morada, desde ahora, es el descanso, y su vestido, la Luz. Para siempre, hija, esposa, madre, profesora, amiga LIDIA BEATRIZ LEAL ROJAS(QEPD.)
Fue llevada al país de la vida. ¿Para qué hacernos preguntas? Su morada, desde ahora, es el descanso, y su vestido, la Luz. Para siempre, hija, esposa, madre, profesora, amiga LIDIA BEATRIZ LEAL ROJAS(QEPD.)
Dios mío, Señor de la Historia y dueño del ayer y del mañana, en tus manos están las llaves de la vida y la muerte. Sin preguntarnos, la llevaste contigo a la Morada Santa, y nosotros cerramos nuestros ojos, bajamos la frente y simplemente te decimos: está bien, Señor
Señor de la vida y dueño de nuestros destinos, en tus manos depositamos silenciosamente este ser entrañable que se nos fue…
Concédele, Señor, el descanso eterno y que le ilumine tu luz perpetua.
Silencio y paz.
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