miércoles, enero 24, 2007

MARIA MERCEDES DERAMOND CARRASCO


A LOS 92 AÑOS
UNA HIJA DE PURÉN MARCHO A LA JERUSALÉN CELESTIAL
MARIA MERCEDES DERAMOND CARRASCO

Recientemente marchó a la eternidad a los 92 años la dama purenina, hija, madre, abuela y bisabuela María Mercedes Deramond Carrasco, nacida el 24 de Febrero de 1914.

Sus padres habían llegado en el período de la instalación de colonos tanto nacionales como extranjeros a esta zona. El lugar destinado como asentados fue en las lomas de “El Lingue” en el fundo “Santa Cruz” Allí creció junto a 8 hermanas. La prolífera familia debía tener la educación necesaria de ese tiempo y para ello sus progenitores se trasladaron “al pueblo”: Purén.

En su velatorio en su hogar de calle Tromén, en el templo parroquial, la eucaristía y funerales; concitó a gran cantidad de pureninos, familiares radicados en otras localidades del país de los más distintos vínculos de amistades y profesionales de sus descendientes.

En la misa de funeral su hija María Teresa, junto con agradecer las distintas manifestaciones de pésame, entregó los principales aspectos de su vida en que aparte de sus relevantes condiciones de madre, su profunda fe cristiana católica, le permitió originar una familia muy respetada por toda la comunidad. Cumplida su enseñanza primaria completa, muy jovencita ingresó a la vida laboral en la Fábrica de Alfombras de la familia Boisier, cuyos productos se exportaban a Europa, especialmente a Alemania. Pero, originada la Segunda Guerra Mundial, ese mercado se terminó y la fábrica tuvo que cerrar, lo que le motivó a tener su propio trabajo relacionado a la confección de vestuario que lucieron varias generaciones, ya que ese trabajo lo realizó por más de cincuenta años, gestándose así como pionera microempresaria, porque en su taller de calle Tromén, muchas jovencitas, aprendieron el arte de corte y confección.

La joven María Mercedes participaba en grupos pastorales de la parroquia: Acción Católica, Sagrado Corazón, entre otros, principios cristianos que inculcaba a los suyos, siendo la vida sacramental y entre ellos la Misa, su principal motivo de “darle un verdadero sentido y significado en la vida diaria de cada ser humano” sustentaba. Además fue socia del Hogar de Cristo e integrante de un Club del Adulto Mayor.

Fue para sus hermanas de gran apoyo, pues ayudaba a la crianza de sus hijos. Pero, en 1955 “cupido”, tocó su corazón contrayendo matrimonio con Pedro Sierra Sepúlveda, viudo que tenía tres hijos, a quienes adoptó como propios: José del Rosario, Pedro Ernesto y Oscar, quienes le entregaron mucho cariño junto a sus nueras y nietos. Tuvo dos hijos Juan Alejandro y María Teresa, quién le acompañó hasta el día de su deceso, ocurrido a las 08.30 del Lunes 15 del presente, en su domicilio, luego de dos meses de haberse operado.
Como abuelita la vida le regaló 16 nietos y 16 bisnietos “ con ellos estableció lazos de amor que se reflejaron en su atención permanente. Para cada uno de sus descendientes había un espacio en su corazón”, señaló su hija.
Sus vecinos le llamaban la reina y reliquia del barrio, quienes le prodigaban su diario saludo y entre ellos los eventuales “mañaneros”, que visitan “El Rambo”, cooperándoles con su acostumbrado aporte para que emprendieran sin problemas una nueva jornada laboral.
“Gracias a todos los que tuvieron un abrazo, un beso y una oración por ella. Mariquita: sé que estás junto al Padre y a su hijo Jesús, gozando ya de la vida celestial. Seguro que ya te has encontrado con tus padres, tus hermanas, tu esposo, tu nieto y tu hijo Challito. Madre descansa en paz, conteniendo las lágrimas”, rubricó su hija en el templo parroquial, actual presidenta del colegio de profesores de esta ciudad.